La psicoterapia en la Era del consumidor: ¿Por qué exigimos un psicólogo a la medida?
- Alejandro Villegas
- 10 abr
- 3 Min. de lectura
En los últimos años, ha surgido un fenómeno creciente e interesante en la forma en que las personas buscan apoyo psicológico. Ya no basta con encontrar un profesional de la salud mental capacitado y accesible; ahora se exige que cumpla con criterios específicos: enfoque terapéutico, especialización en determinado diagnóstico, género del terapeuta, costos accesibles, proximidad geográfica y preparación especializada, como en perspectiva de género. Esta tendencia, visible en redes sociales y particularmente en plataformas de búsqueda de psicoterapeutas, refleja un cambio profundo en la relación actual entre el paciente y la terapia. ¿Por qué ocurre esto? ¿Qué implicaciones tiene para el futuro de la psicología clínica como profesión?

El paciente como consumidor
La digitalización ha transformado la forma en que accedemos a la información y, en particular, en materia de salud mental. En cuestión de minutos, cualquier persona puede investigar qué es la terapia cognitivo-conductual, el psicoanálisis, la psicoterapia Gestalt o sistémica y decidir cuál se ajusta mejor a sus necesidades. Esta accesibilidad ha generado una sensación de control y un rol más activo en los pacientes, quienes buscan tomar decisiones mayormente informadas. Sin embargo, esto también ha impulsado una visión de la psicoterapia como un servicio predominantemente de consumo, donde el usuario elige lo que considera más conveniente para sus necesidades, tal como lo haría al buscar un restaurante o un gimnasio. El problema es que si el servicio no se ajusta a todas estas particularidades, simplemente se desecha, incluso una vez iniciado el proceso.
La personalización de la terapia puede ser positiva cuando facilita una mejor experiencia para el paciente, pero también plantea preguntas importantes: ¿Qué tan realistas son estas expectativas? ¿Hasta qué punto es posible encontrar “el terapeuta ideal”?

El riesgo de fragmentar la atención clínica
Buscar un psicólogo con ciertas características no es nuevo. La afinidad entre paciente y terapeuta siempre ha sido clave para el éxito de cualquier tratamiento. De hecho, cerciorarse de que cumpla, además, con una formación pertinente, que posea una postura ética correcta y que cumpla con las acreditaciones legales para su ejercicio profesional, es importante e indispensable, los pacientes están en todo su derecho.
Sin embargo, la creciente especificidad en la demanda puede llevar a una fragmentación de la atención. Por ejemplo, alguien que insiste en recibir terapia solo con un especialista en su diagnóstico podría descartar a profesionales igualmente capacitados, pero con una formación diferente. Del mismo modo, la preferencia por ciertos enfoques podría hacer que los pacientes pierdan la oportunidad de explorar opciones que podrían ser igual o más efectivas.
Además, esta segmentación puede generar presión sobre los psicoterapeutas, quienes podrían sentirse obligados a "venderse" bajo etiquetas específicas, en lugar de enfocarse en su desarrollo profesional y la calidad de su trabajo. Esto puede llevar a una sobreespecialización y a una menor flexibilidad en la práctica clínica.

¿Qué se busca en la psicoterapia?
Este fenómeno también refleja un cambio social en la percepción de la salud mental. Si antes la psicoterapia era vista como un proceso de autoconocimiento y cambio a largo plazo, ahora muchas personas la buscan con una perspectiva de “solución rápida”. Esto puede generar expectativas poco realistas, donde se espera que el terapeuta sea el proveedor de un servicio inmediato y eficaz, en lugar de un facilitador de un proceso profundo y a veces difícil. Para ejemplo de lo anterior, sólo hay que mirar el fenómeno en torno al creciente uso de la inteligencia artificial como proveedor de recursos con los cuales se pretende suplir un proceso psicoterapéutico.
Por otro lado, la excesiva personalización también podría contribuir a la estigmatización de ciertos enfoques o modalidades terapéuticas. Si solo se considera válida la atención de especialistas con enfoques específicos, se corre el riesgo de desvalorizar a otros profesionales igualmente capacitados o de ignorar métodos de trabajo que han sido también efectivos en diferentes contextos.

Para seguir reflexionando
La tendencia a demandar psicoterapeutas con características muy precisas es reflejo de una sociedad en busca de optimizar cada vez más su bienestar a través de la personalización. Sin embargo, también plantea importantes retos para el ejercicio de la psicoterapia y para la manera en que entendemos la salud mental. Tal vez, en lugar de buscar un terapeuta que encaje perfectamente con nuestras expectativas, deberíamos preguntarnos qué es lo que realmente buscamos y necesitamos en un proceso psicoterapéutico y comprender que, para conservar la salud, es necesario realizar una inversión, en términos de tiempo, costos y esfuerzo. Por otro lado, mantener una postura más abierta y flexible nos permitirá comprender que el cambio no siempre viene de la forma en que lo imaginamos.

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